En 2010 el grupo tuvo ya la estructura actual, donde unos intentamos construir elementos decorativos, y otros además de ayudar a todo lo que se precise, dedican más tiempo a organizar, buscar la gente que nos acompaña como personajes.
A estos últimos es a quienes estaremos siempre agradecidos porque sin ellos no saldría nada.
El elemento estrella fue el molino, construido por José Luis en la teoría del gajo de naranja; eso sí, la de placas que necesitamos...
Y el día elegido. el 26 de diciembre, y por tanto hay quien pasó media nochebuena en el montaje previo. Y un pobre hombre que pasó la noche entera.
No es broma, un indigente se metió a resguardarse del frío y tuvimos que pedirle que nos dejara seguir con su construcción el mismo día 26 por la mañana. Nunca lamentamos el uso que tuvo el molino antes de participar por primera vez en el Belén.
Aunque trabajamos el corcho, encontarmos en Finín el especialista en maderas viejas, y palos varios.
Y no saldrán en las fotos, pero las peripecias de Félix Álvarez y César con los animales son de lo más jocoso de nuestras reuniones.
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